Durante 2020 no cambió nuestro extrañamiento con respecto a la tecnología. Por eso, todavía tenemos mucho ENE, y espero que por mucho tiempo.
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2020 en ENE pasamos por vacunas, Google malo, espacio comercial, versos pandémicos, contratos de apps, TED, Greta, radio argentina, diseño de tapas, Saocom, mentiras del packaging, call center, aulas vacías, dinero en efectivo, smart cities, exponecialidad, seguridad, astucia, etiquetado de alimentos, robots, conocimiento andino, fake news…
Decíamos que ENE es más ensayo que datos, y que, lejos de agotar los temas, cada episodio abre a más temas.
En un año atravesado por cambios de hábito y la reacción masiva hacia un virus (como si fuera un meteorito inesperado) la tecnología tuvo un lugar preponderante, para facilitar, para diferenciar situaciones y realidades, y también para comprobar que nuestra relación con la tecnología es muy pobre.
Entre el uso político de la pandemia y las tecnologías, intentamos escapar del dato de corto plazo para mirar el conjunto, o al menos, un poco más lejos.
Pasó un eclipse, San Francisco cotiza agua en la bolsa de valores, aparecieron las vacunas, cambiaron presidentes y murieron personas cercanas.
A los hechos comunes del 2020 se agregan los infinitos eventos diarios que ocurren en Argentina, donde un año siempre es mucho más que un año.
2021 se perfila como un año de refuerzo en la dirección política y económica prepandemia, y de debilitamiento local en todos los sentidos.
Parece acercarse un año de más polarización y conflicto, en medio de una gran recuperación del consumo en el Hemisferio Norte.
Como todo virus, bajará y tal vez muchos se olvidarán de esto en pocos años.
No comparto ciertos optimismos sobre nuestra conciencia, ni sobre un cambio de reglas de juego globales.
Tal vez porque las revoluciones no existen. O más bien, llamamos revolución al cierre de procesos que no son tan repentinos.
Como tampoco cambió nuestro extrañamiento con respecto a la tecnología.
Por eso, todavía tenemos mucho ENE, y espero que por mucho tiempo.
Y ya que ENE es en clave de rock, no se ofendan por lo de “idiota”, pero si salgan al sol.